Pocas veces el mundo me roba una sonrisa con su belleza, mas que sonrisa me arranca alpumina desencajando mi rostro, haciéndome sentir como el ser humano grandemente efímero y diminuto que creo que soy, pero si no creyere de mi mismo esto, haría remembranza de mis triunfos y me gloriaría de ellos.
Pocas veces tengo momentos felices, viviendo en la disyuntiva de si se tienen momentos, circunstancias o situaciones en donde se puede ser feliz, pero tal felicidad no es mas que lo que nuestros ojos vislumbran , buscando exasperadamente una alegría nula, extinguible y solo por nuestros sentidos perceptible.
Pocas veces he sido “premiado”, mas subsisto con una persistencia inexplicable, detenido en las calles solitarias y oscurecidas que aun permanecen tenuemente, porque están siendo llenas por lo pacifico, amoroso mas no presuntuoso, de las riquezas de tu reino, no efímero y siempre eterno.
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