El escultor de la vida.

Hay alguien perfecto especialista en forjar las piezas mas perfectas y deslumbrantes que puedan existir, meditando en la grandeza de su soledad dijo: Haré unas piezas que resplandezcan de hermosura, no las construiré apresuradamente, porque sobre ellas pondré todo mi amor, ese amor que es paciente, consecuente y diligente.

Las haré una a una pero tomaré un trozo de si mismas y formo haré un complemento, verán el rostro de amor de su gran creador. Ninguno en el mundo nació solo, simplemente somos una vasija que cree que esta vacía, pero un escultor, el escultor de la vida, nos entrega el agua de su amor, para que ya su vasija no este aparentemente vacía.

Un día me encontré en un valle lleno de luz, lleno de la variedad mas preciosa de rosas, salio delante de mi un hombre y me dijo: Hola vasija mía al fin te encuentro después de tanto recorrer llegaste a la cita, una cita que a tu corazón susurre. Necesito hacerte de nuevo, quitarte el miedo y entregarte el corazón de la amada que para ti aparté.

Ella tiene muchos anhelos que a tu oído diré, ella me entrego una caja, la caja de sus sueños, me pide un hogar hermoso, unos hijos, viajes donde yo me moveré, muchos milagros haré, todo esto y mucho mas le daré, porque mi gracia sobre ella encontré y el escultor de la vida siempre seré, su interior grita intensamente, grita declarando sus sueños que ya yo conozco porque son míos y en su ser los extendí, ya que necesito hijos que cuiden las riquezas que hay en mi.