Promesas

La grandeza de tu gloria sostiene al mundo, desde las alturas formaste el universo, siendo este la muestra más asombrosa de tu abismal creación y de tu inmenso corazón. Criaturas tuyas somos, creadas por el calor de tu esencia y de tus manos.

Tan amoroso eres que viste conveniente crearnos una compañía, por eso en tu interior dijiste: No es bueno que el hombre este solo le haré ayuda idónea para él, a través de esto una esposa nos diste, luego nos seguiste hablando de ella y nos confirmaste que no estaríamos más solos diciéndonos: Y los cree varón y hembra los cree a imagen mía los cree y los bendije.

Luego con tu misma voz de trueno llamaste una ves mas al hombre y una ves mas hablaste diciendo: Amala, cuídala, quiérela y protégela , dijiste: Hijo sea bendito tu manantial, alégrate con la mujer de tu juventud, como sierva amada y graciosa gacela, sus caricias   te satisfagan en todo tiempo y en su amor recreate siempre, confrontando e instando así al hombre a no descuidar lo que quiere, ama, anhela y espera.