Entre ángeles y demonios, ángeles que en cada abrazo me devuelven el amor, la pasión y las ganas de existir, gracias por tus tiernas y pequeñas manos que tienen la capacidad y las ganas de soñar, aunque desearía que los brazos fueren los de tu madre, tus dulcecitas manos acarician mi rostro llenándome de gozo y siempre anhelo amarte.
Entre ángeles y demonios observo la agonía en que diariamente habitan en el seol de sus muchas angustias, por la grandeza de sus pecados, flagelados continuamente sin Cristo a su lado.Entre ángeles y demonios grito sollozantemente que te amo, muriendo cada día crucificándome juntamente con el todopoderoso siendo él quien me hace amarte sincera y entrañablemente.
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