Muriendo en mi alma estoy, muriendo por el mundo voy, esperando tu voz en medio del silencio poder escuchar, envuelto en el olor de un muerte que me permite estar en este universo, pero como alguien invisible e inexistente.
Muriendo en mi alma estoy, bajo unos ojos penetrantes que me hablan calladamente, susurrándome palabras al viento, diciéndome: Espero dejar pronto de verte. Muero anhelando abrazarte, vivo aguardando tocarte, te amo esperando tus manos y sin tu nombre poder gritar.
Muriendo en mi alma estoy, refugiándome en mis bellos recuerdos, sonriendo en las noches, navegando en el barco de mis sueños, despertando desconsolado desconsoladamente, viéndote diariamente sin poder alcanzarte, no teniéndote a mi lado, en tristeza enmudecido y eternamente desolado.
Muriendo en mi alma estoy diariamente, porque la carne no es mas que basura para mi, con Cristo estoy muerto, para dejar de ser alguien imperfecto, ya que con él no existe nada efímero, solo lo eterno, por eso juntamente estoy en su cruz ya muerto.
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