Vives conmigo

Mientras tomo como refugio el talento que Dios me regalo, vives conmigo teniendo miles de kilómetros lejos de ti como castigo, debido a esta circunstancia encuentro en la música un abrigo, siendo también Jesús mi gran amigo, los recuerdos de tus palabras me sumergen en un letargo permanente, haciendo de mi un ser extremadamente ermitaño, por eso en cada luz que brota de esta existencia grito que te extraño.

Vives conmigo en la soledad de mi alma, me desmiembro a mi mismo dejando solo de mi los despojos, los vestigios del hombre que fui, día tras día me cuesta estar sin ti, vivo, sueño y río, únicamente, estando contigo, tu rostro en mi quedo plasmado, quisiera permanecer siempre a tu lado, vives en mi interior con tus ojos allí enmarcados, por favor no hagas de mi alguien afanosamente desolado.

Vives conmigo como cuando Jesús llego a mí, diariamente él y tú con tus bellos recuerdos me alimentan, mi alma sustentan, nunca de mi se avergüenzan, porque para ustedes ser vencedor de las situaciones adversas es lo que realmente cuenta, vives conmigo como vive el viento que golpea recia o tiernamente los amaneceres solitarios de mis mañanas, como ese sol que diariamente se posa sobre mi rostro llenándome de luz, vives conmigo como esa lluvia que simboliza las bendiciones, que calman todas mis angustias, penas y dolores, por eso aumentan por ti mis oraciones y son diarios mis clamores, porque ustedes son mis grandes, eternos y entrañables amores.


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